Sombrerete

Su elegante fisonomía colonial embellece sus calles quebradas, interrumpidas por plazuelas y jardines. Andar por aquí es envolverse de los pasajes históricos amparados en los muros y pisos de sus centenarios recintos, al tiempo que se conoce a su gente y se descubren sabores que regalan un momento mágico.

Poco tiempo después de su fundación, este Pueblo Mágico se convirtió en un importante asentamiento minero productor de oro, plata, plomo, estaño y mercurio. La explotación de sus vetas dio vida a uno de los poblados más pintorescos y ricos en tradiciones de la Nueva España, que aún se conservan hasta nuestros días.

Datos curiosos:

Los platillos más tradicionales de Sombrerete: la birria de borrego y chivo. Pan ranchero, preparado con manteca, se cuece en un horno hecho con adobe, ladrillo y lodo. Tradicionalmente se hacía en Semana Santa, pero se ha hecho tan popular que ahora se consigue todo el año, las “brujitas” típicas de Sombrerete, hechas de una masa en la que se mezclan harina de nixtamal, ajo y sal, rellenas de carne deshebrada guisada, fritas hasta tomar una consistencia dorada, se come acompañada de un poco de salsa y frijoles de la olla.

Aquí puedes adquirir diminutos baúles de piel con pirograbado en la tienda de Luis Miguel Pérez y Manuel Rojero en Codina 254B. También encontrarás piezas de cerámica hechas de barro en el taller de Martha Rojero en Codina 254A.

Mi opinión de sombrerete:

En este pueblo he pasado una parte de mi vida,aveces de turista y otras veces para convivir con la familia de allá y este pueblo tiene cosas bonitas,como por ejemplo la sierra de órganos donde puedes entrarte a explorar las cuevas,que son hermosas por dentro y es una santificante experiencia .